miércoles, 4 de noviembre de 2020

 manos que estaban ansiosas esperando novedades, porque no hay nada más bello y sentido que ésas cartas escritas de puño y letra, que al entregarlas en la oficina del correo y ver que les pegaban la estampilla correspondiente al servicio, desde ése mismo instante ya se empezaba a añorar la respuesta, que no sería tan rápida cómo es en estos tiempos actuales y de tanta tecnología, será por eso que el valor agregado de la ansiedad se sumaba en cada día sin dudar.

De ellos voy a traer al ruedo del recuerdo algunos detalles personales para de alguna forma rendirles un humilde homenaje a ése gran trébol de mensajeros, emisarios, "Carteros de mí pueblo", infinidades de veces los he visto pasar, y quién no en el pago, y sin duda más de una mirada se robaban al ir viniendo por la calle, cuando las vecinas se ponían atentas a ver si llegaban y golpeaban las manos en su puerta o habría de ser alguna otra la dichosa, por supuesto que al verlos pasar de largo habrían de quedarse mirando en más de una oportunidad para saber a quien hiban a visitar.
Eso les daba un aire de importantes y sin igual, pues ellos eran la esperanza de la llegada de noticias nuevas en esos tejidos de sentimientos que estaban encerrados en letras, que venían a llenar corazones avidos de noticias, de información, de afectos, y que venía en ése sobre que se entregaba de mano a mano.
Que decir de Carlos Hermosa, con su saludo siempre atento solía recorrer los barrios con su paso tranquilo pero sostenido a la vez, peinado con raya al costado, con un morral de cuero colgado de su hombro en donde llevaba cada una de ésas ansiadas cartas, de saludar a viva voz al pasar y a mano alzada, un memorioso y gran seguidor del deporte también, se lo podía ver en sus horas de descanso sentado al lado de la puerta de su casa en la sombra fresquiando, escuchando radio, y saludar a cada uno de los paisanos que pasaban por su vereda, formó junto a Olga una familia honorable, sus hijos Hernán, Mariano y Luciano son los retoños de su árbol de la vida.

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