miércoles, 4 de noviembre de 2020

GENTE DE VILLA CLARA EN EL RECUERDO- POR GUSTAVO LOPEZ.-

 Ésta es mí gente.

Desde tiempos inmemoriales ha sido muy importante transportar las cartas, o los mensajes que eran esos garabatos escritos en forma de diplomas enroscados, que viajaban surcando caminos a travez de los emisarios a caballo que recorrían grandes distancias en pos de llevar informaciones estrategicas de situaciónes de guerra, de ir a buscar algún curandero a otros poblados, y tantas otras situaciones que no se podían resolver como en la actualidad, que de forma tan simple se hacen llegar esos recados.
Poder generar ése enlace entre el creador de la información y el destinatario de la misma es una misión que no se le puede encargar a cualquiera, pues quien se ocupe de eso tendrá de tener mucha responsabilidad y compromiso con tan importante función.
Y tratándo de hacer llegar noticias en el puerta a puerta de hace unos cuantos años, supo haber un trío formando un gran equipo en el Correo Argentino que funcionaba en mí querido Villa Clara, con sus oficinas justo al lado de la municipalidad.
Estába integrado por don Carlos Hermosa, mí querído tío Jorge López, y su tocayo Jorge Nuñez.
Eran épocas de poder verlos caminar por cada rincón de esas calles de tierra, algunas de ripio, por cada uno de los barrios con noticias en mano, transportando a cada hogar ésas cartas que venían de tan diversos puntos cardinales, trayendo información de carácter familiar, laboral, de pasión, llenas de afectos, de sentimientos, de alegrías y tristezas, de esperanza también, dónde en cada renglón se ponía de manifiesto todas las emociones de la persona que iniciaba ese lazo invisible entre los dos corazones que se comunicaban entre si.
Y a través de ésos garabatos escritos sobre el papel, que tan prolijo se doblaba en tres para que el sobre le de cobijo hasta llegar a esas otras manos que estaban ansiosas esperando novedades, porque no hay

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